Cuando se produce un accidente, lo habitual es que ambos conductores den el parte de lo ocurrido para que todos puedan recibir las indemnizaciones oportunas. Pero a veces, podemos encontrarnos con que el vehículo culpable se da a la fuga para no tener que hacer frente al accidente.
Al margen de la responsabilidad moral, omisión de socorro y otros delitos, ¿cómo se hace para solucionar este supuesto? En un accidente normal, se reclama contra el causante del accidente y su compañía de seguros. Pero en este caso, no conocemos la identidad del culpable, así que no podremos solucionarlo por esta vía.
Lo que haremos es reclamar al Consorcio de Compensación de Seguros. Este organismo oficial es el encargado de compensar los daños provocados por un vehículo desconocido o robado. El procedimiento es más largo y complicado, porque no suele ser tarea fácil demostrar que las lesiones han sido producidas por un accidente real.
A pesar de que, mientras se resuelve el proceso, no se recibirá ayuda para pagar los daños del vehículo ni indemnización por las lesiones, cuando se resuelva, la indemnización final será la misma que si hubiésemos conocido la identidad del culpable.