Puede darse el caso de que hayamos ocasionado un accidente de tráfico, pero que el juez haya decidido que nuestra culpa no es tan grave como para continuar con el procedimiento en vía penal, archivando el mismo y remitiéndonos a la vía civil.
En el expediente judicial debería constar un informe forense de nuestras lesiones, por lo que, si se lo pedimos, en base al mismo, el juez podrá entregarnos un escrito en el cual se refleje la cantidad máxima que podemos reclamar a la aseguradora contraria.
Es decir, el juez calcula la indemnización que nos correspondería percibir atendiendo a las lesiones de las que dejó constancia el médico forense en el informe, y nos lo remite en forma de escrito. Dicho escrito, es el que se conoce como auto de cuantía máxima.
¿Para que sirve un auto de cuantía máxima?
¿Para qué nos sirve un auto de cuantía máxima? Es mejor que nos planteemos para qué no nos sirve.
No nos sirve para ir a la compañía de seguros y exigir una indemnización en base a dicho auto. Además, tampoco es una sentencia, o lo que es lo mismo, para que tenga efectividad, es necesario que lo ejecutemos, de manera que tendríamos que adjuntar ese auto de cuantía a una nueva demanda civil.
Así pues, cuando ejecutemos el auto se producirá lo que en derecho se denomina inversión de la carga de la prueba, es decir, para poder ser indemnizados, nos bastará con que la parte contraria no consiga demostrar que la culpa del accidente fue nuestra exclusivamente.